Ayer ha sido un día duro. El pequeño Jack se murió, y lo peor es que aún no sabemos cómo. Fue impactante despertar y descubrirlo. Mi pareja lo había visto mal antes de irse a trabajar, se marcho muy preocupado, pero yo no lo sabia que estaba así. Sólo un para de horas, era domingo, pero ni siquiera nos dio tiempo a llevarlo a un veterinario de urgencia, tal vez hubiese sufrido lo mismo, lo peor es no saberlo.
Tan sólo tenía 6 meses, era una criatura maravillosa y lo queríamos mucho, aún así hasta esos momentos sientes que no te habías dado cuenta. La culpabilidad es grande también, estos animalitos dependen totalmente de ti, y aunque todavía no se la causa exacta, se que soy responsable aunque sea de forma involuntaria.
Antes de comprarlos me había informado mucho sobre sus cuidados, intentaba estar pendiente de ellos lo más posible. Pero somos humanos, y lamentablemente cometemos fallos, aunque sean pequeños, pero si encima no los detectamos y los admitimos seguiremos cometiéndolos. Es triste pero ya no puedo hacer nada por cambiarlo, porque vuelva nuestro chiquitín, pero intentaremos cuidar lo más posible a su hermanito Carbayin, al que le estamos buscando un compañero, para que sean muy felices.
Y a partir de ahora escribiré mas en este blog, lo cree con ilusión pero el día a día hace que lo vayas dejando, pero ahora creo que mi experiencia con estos animalillos puede ayudar a otros, que con ilusión también los hayan comprado, pero que por desconocimiento quizás no le estén dando todo lo que necesita, y ellos se lo merecen todo.
Hoy también llevaremos a su hermanito al veterinario, aparentemente él esta bien, pero ya tenemos miedo, de que haya podido ser alguna enfermedad o algo y se la haya contagiado sin nosotros darnos cuenta, a ver si le pueden hacer análisis o algo para quedar más tranquilos. De momento, lo único que puedo sospechar es que haya sido por la arena nueva que le habíamos comprado en una tienda hace poco, es el único cambio y la única razón que se me ocurre después de leer en foros… La arena era para el baño, y no era especifica para jerbos, aun así comprobé que no fuese tóxica para los jerbos, porque era como granitos. Cuando se la echaba a veces la roían. Me daba miedo que se la tragasen o algo, pero creía que no era tóxica. Claro que no era consciente de un peligro mayor que la toxicidad de la arena, y es que al hacer sus necesidades allí, si después se la comían, entonces si que existía un alto riesgo de coger bacterias, y han estado expuestos a ese peligro, porque aunque se la cambiase cada poco no debería haberlo permitido… Ya contaré la opinión del veterinario, de momento ésta es la única explicación que me viene a la cabeza, y hace que si ya de por si estoy triste echando de menos a mi pequeño Jacki, me sienta peor por la culpabilidad. De todo se aprende, y las lecciones prácticas son las mas duras.
Me imagino que al leer esto te habré transmitido el sentimiento de tristeza, habrás pensado en tus amiguitos, bueno, pues espero que te sea positivo, que aumente tu sentido de la responsabilidad y pienses lo delicados que son, para así cuidarlos también mejor.




