El primer día que les ofrecí pipas de girasol no las quisieron, no parecían gustarles, pero en el momento que las probaron empezó su adicción. Abría la jaula y las sujetaba con dos dedos, y ellos la cogian y salían corriendo. Así, si la ponía un poco más alta, conseguía que se pusiesen de pie para alcanzarla y que incluso diesen pasitos hasta cogerla. también la ponía en la palma de la mano, pero no conseguía que se posasen en ella, ya que la cogian y salían corriendo.
La mejor manera que encontramos en ese momento fue poner la mano extendida con la palma hacia fuera para que se subiesen y con la otra mano poner la pipita un poco alta para que pusiesen de pie. Así, poco a poco se gana su confianza, y cada vez que ven que metes la mano van ansiosos a subirse, eso si, si no ven luego al rato la pipa se enfadan y se van. Por eso, día a día, iba aumentando el tiempo entre que se subía a la mano y le daba la pipa, porque al principio solo se subían si la estaban viendo, y la gracia es que se esperen un poquito. también les damos la pipas de calabaza, que son mas sanas para ellos y les gustan igual, eso si, cualquier otra comida que les demos por este método la rechazan, porque cuando se suben a la mano solo esperan la pipa, que la comida ya la comerán ellos cuando quieran en el comedero jeje.

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