domingo, 30 de mayo de 2010

SALIDAS DE LA JAULA

Tenía mucho miedo de sacarlos de su jaula al principio, la verdad es que me parecían tan frágiles, después de leer que se podían hacer daño con cualquier cosa en las patitas o en la cola tenia el máximo cuidado con ellos. Pero las ganas de verlos corretear eran mayores, así que lo primero que hice, a los dos días más o menos de su llegada, fue soltarlos en la bañera. Tape el agujerito con suficiente papel y una toalla para que no resbalasen con esa superficie, metí dentro la jaula, y como se abre por la mitad con unas pestañas la abrí dejando que ellos mismos saliesen, no era capaz de cogerlos todavía. también me metía con ellos, sin intimidarlos al principio, poco a poco se iba subiendo y cuando eso les cogia un poco con la mano, es decir, estaban sobre mi mano, porque como no paraban quietos lo que hacia era hacer que continuamente pasasen de una mano a otra porque intentaban escaparse. Como premio por su confianza les daba una pipita, así que con el paso de los días iban subiéndose ellos solos.
también les he dejado sueltos en otros espacios, aunque en la bañera es donde mas cerca de ti pueden estar porque no les queda otra. Lo mas importante me parecía no dejar ningún agujerito por donde pudiesen entran, o algún sitio donde esconderse, por eso el primer sitio donde pudieron correr fue en el baño, después de revisar cada rincón. Ahí si que ya era imposible pillarlos, pero se les veía felices explorándolo todo, aunque el primer día estaban muy asustadizos.
también los he soltado por el pasillo cerrando todas las demás puertas, haciendo un “circuito” con túneles. Hasta que no sean mayores y tenga mas confianza en poder cogerlos bien no probare en soltarlos en otros sitios, tengo miedo que puedan ir a esconderse detrás de algún armario y se hagan daño con algo.

miércoles, 26 de mayo de 2010

ENTRENAMIENTO CON PIPAS

El primer día que les ofrecí pipas de girasol no las quisieron, no parecían gustarles, pero en el momento que las probaron empezó su adicción. Abría la jaula y las sujetaba con dos dedos, y ellos la cogian y salían corriendo. Así, si la ponía un poco más alta, conseguía que se pusiesen de pie para alcanzarla y que incluso diesen pasitos hasta cogerla. también la ponía en la palma de la mano, pero no conseguía que se posasen en ella, ya que la cogian y salían corriendo.
La mejor manera que encontramos en ese momento fue poner la mano extendida con la palma hacia fuera para que se subiesen y con la otra mano poner la pipita un poco alta para que pusiesen de pie. Así, poco a poco se gana su confianza, y cada vez que ven que metes la mano van ansiosos a subirse, eso si, si no ven luego al rato la pipa se enfadan y se van. Por eso, día a día, iba aumentando el tiempo entre que se subía a la mano y le daba la pipa, porque al principio solo se subían si la estaban viendo, y la gracia es que se esperen un poquito. también les damos la pipas de calabaza, que son mas sanas para ellos y les gustan igual, eso si, cualquier otra comida que les demos por este método la rechazan, porque cuando se suben a la mano solo esperan la pipa, que la comida ya la comerán ellos cuando quieran en el comedero jeje.